Patrimonio Cultural
Universidad de Zaragoza

En este cuadro se representa la vida de Jonás, uno de los doce profetas del Antiguo Testamento. Según el texto evangélico, Jonás fue enviado por Dios a Ninive, pero desobedeciendo sus órdenes, trató de huir a Tarsis en un barco. En el mar se levantó entonces una gran tormenta, y para calmar la furia divina, Jonás fue arrojado al agua por los tripulantes de la embarcación. Fue tragado por una ballena, y una vez arrepentido y apelando a la voluntad divina, ésta lo vomitó en una playa.

La escena sigue la descripción bíblica contada en un sólo espacio, pero en varios tiempos. Los tres episodios se hallan dispuestos, según esquemas compositivos típicamente barrocos, en diagonal. El fondo del paisaje es una vista de la ciudad de Jope, donde embarcó el profeta. Detrás, el naufragio de la embarcación y un cetáceo dispuesto a engullir a Jonás. En segundo plano, el cetáceo arroja su cuerpo en una playa. En primer término, Jonás aparece orando bajo un árbol. Exhibe maneras compositivas y estilísticas del Barroco, siguiendo los estilemas de los paisajes italianos. Aunque el lienzo no contacta totalmente con las corrientes tenebristas propias de la época, muestra evidentes contrastes de luz, muy intensa en el paisaje de fondo y algo más apagada en la figura y el árbol del primer plano, predominando los tonos agrisados en diferentes matices cromáticos.