Aquellos polvos. Capricho 23 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |
No hubo remedio. Capricho 24 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |
Si quebró el cántaro. Capricho 25 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |
Ya tienen asiento. Capricho 26 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |
¿Quién más rendido? Capricho 27 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |
Chitón. Capricho 28 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |
Esto sí que es leer. Capricho 29 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |
¿Por qué esconderlos? Capricho 30 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |
Ruega por ella. Capricho 31 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |
Porque fue sensible. Capricho 32 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |
Al conde Palatino. Capricho 33 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |
Las rinde el sueño. Capricho 34 Goya y Lucientes, Francisco de
Estampa |